Los Pinchaos

al como os dije, tenemos una carpeta compartida en uno de mis ordenadores. El sentido de la vida de esta carpeta es diáfano (no como el de todos nosotros, que indefectiblemente terminaremos pinchando, tarde o temprano): Los Pinchaos compartiremos archivos que no es posible, o sencillamente no procede, poner en este blog. La forma más sencilla es mediante el explorador Mozilla Firefox. Os lo explico por pasos: [Las imágenes de esta entrada del blog aluden a las que irás viendo durante el proceso que se describe. Si pinchas en aquellas será por el puro vicio de pinchar, que nos pierde.] 1º) Aunque tengamos instalado el explorador Mozilla Firefox, debemos instalar la versión más reciente: a) seleccionamos "abrir en una nueva pestaña" (para volver a ésta y seguir el proceso) al pinchar , con el botón derecho, en el enlace siguiente: b) Pinchamos en el icono siguiente: c) Guardamos el archivo de instalación de Mozilla Firefox donde queramos: d) Una vez descargado, lo

a he recibido e instalado el nuevo proyector. Estoy disfrutando de lo lindo: Su soplido es tan dulce que no molesta la escucha. Me ha tenido hipnotizado todo el día. Aprovechando este buen talante,  me lanzo a pensar algo sencillo que sea resultón para nuestro próximo viernes. Como le insistí a Ramón el día pasado, a propósito del toque de guitarra, tenemos que proponernos evitar los "acompañamientos tipo misa" juvenil (que desde el Concilio Vaticano II han estropeado lo que sonaba mejor sin esos acompañamientos infames) y comprometernos con patrones característicos o tradicionales de cada ritmo. Por ejemplo: El cha-cha-chá. Los libros que nos regaló Ginés sobre el particular son una fuente inagotable de ideas. En poco tiempo debemos retomar nuestro duro trabajo sobre ellos. Pero de momento, y muy pegado a estas ideas, os propongo un estudio fácil y que nos puede divertir. Lo empecé hace unos años, con motivo del fallecimiento de Tito Puente, pensando que me sería útil